Florencio Varela recién desembarcado en Río de Janeiro y alojado con su familia en una posada, espera instalarse pronto en una casa para comenzar con sus labores.
El viaje ha sido una agonía por la fuerte tormenta y en nada ha ayudado el mal comportamiento del Capitán del buque.
Describe el paisaje geográfico de la bahía y lo poco que ha visto hasta ahora de la ciudad: …"es un gran centro de civilización y de / comercio; todo tiene en ella un aire completamente europeo: edificios, fuentes, movimiento, todo menos la inmensa población negra, borrón que afea el lustre que en lo demás se ve”.
Ha recibido los 15 periódicos que Gutiérrez le ha enviado.
Acompaña esta carta una breve nota de Justa en la que describe la situación anímica y habitacional de la familia.