Oroño se expresa sobre la muerte de su cuñado Tiburcio Aldao, y advierte la enfermedad de su madre. Le comunica a Gutiérrez su partida a Rosario.
Le ha enviado tres cartas, pero supone que no habrán llegado a manos de Gutiérrez: “...la administración de correos se resiente del desorden de toda la administración nacional ”..

Oroño escribió a Rosario pidiendo un informe por el posible suicidio de José Agustín, hermano de Gutiérrez.

Oroño se encuentra sin ánimos para celebrar la fecha patria.
Sobre el Banco de la Nación y el empréstito para el Banco de la Provincia. La posición de Mitre al respecto. Idea de fundar un Banco Nacional con sus sucursales provinciales. Espera apoyo del Congreso: “...la hora ha sonado para la revolución económica que ha de dar a las Provs. su verdadera personalidad política…”

Oroño refiere a la situación en Buenos Aires, la familia y la muerte de Vitón.

Oroño refiere a la recomendación de Gutiérrez.
Acerca de los servicios del Sr. Frankemberg.

Oroño, tras leer la carta que Gutiérrez remitió a su hermano Dn. José María, manifiesta extrañeza por sus expresiones y juicios que denotan dudas a su rectitud y proceder.
Le escribe una detallada explicación sobre el manejo de la venta del Campo Las Mojarras al Sr. Salvatierra.

Oroño menciona la venta del campo al Sr. Salvatierra.

Oroño alude a personalidades que lo han desilusionado. Menciona a Frías y desarrolla una crítica a su artículo “El liberalismo y el matrimonio civil” : “Pero el Sr. Frías se ha encargado de mostrarnos que hay diversas clases de libertad, probándonos al mismo tiempo que tiene tanta habilidad para componer frases como para componer altares”.

Continua la temática en cuanto a la ley de matrimonio civil. Agradece la toma de posición de Gutiérrez respecto del accionar del obispo Gelabert y elogia el artículo que escribió sobre el asunto, publicado en El Inválido.

Sanción de la ley del Matrimonio civil:
El obispo de Paraná reaccionó con intolerancia, amenazando con la excomunión e invitando al pueblo a la rebelión. Se suman políticos opositores a la ley, incitando al odio como arma de partido. Por el accionar por fuera de la ley del obispo Gelabert y para garantizar la tranquilidad, expide un decreto que remite a Gutiérrez solicitando su opinión.